Las condiciones ideales para el cultivo de microvegetales son la temperatura ambiente (entre 22 y 25 grados) y la humedad relativa (entre el 40 y el 60%). Las semillas se plantan juntas en un medio de cultivo, y el crecimiento de los brotes dura de 1 a 3 semanas. Los microgreens necesitan luz para su crecimiento, que también puede ser artificial. Los microgreens se cortan una sola vez y se desecha el medio de cultivo. No se recomienda el rebrote (en el caso de las plantas es posible), ya que la planta se desvanece y la cantidad de nutrientes es menor.
Las ventajas de esta producción son un menor consumo de energía, menos mano de obra y un crecimiento en un entorno controlado, lo que significa una producción sin pesticidas e independiente del clima (insensible a la sequía, las heladas, el granizo y otros factores ambientales). La producción de plantas es local, lo que contribuye a una influencia positiva en el medio ambiente y la salud.
Los microvegetales son muy apreciados en la alta cocina, y cada vez son más accesibles y apreciados en el ámbito doméstico. Los sabores únicos de las plantas diminutas miman las papilas gustativas, y su aspecto es increíble. Los microgreens son una excelente fuente de nutrientes, que se utilizan como aditivo en los platos.
La investigación publicada en el Journal of Food Composition and Analysis ha demostrado que las hojas de lechuga, brócoli y espinacas muy jóvenes son mucho más ricas en vitaminas y minerales, como el hierro, el magnesio, el zink y el selenio, que las plantas más viejas. Y la investigación publicada en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition también ha demostrado que las hojas jóvenes de diferentes verduras contienen un tesoro de polifenoles de varios tipos, que parecen faltar en las plantas adultas, y esto es precisamente lo que les da un sabor especial y estupendo, que convence incluso a quienes no les gustan las verduras.
Producción propia de los GLOBALG.A.P. Microgreens. (GGN 4063061430878).